Ponta do Sol abarca una superficie de 46,19 km² y tiene 8.862 habitantes, divididos en tres parroquias.
El asentamiento de Ponta do Sol fue fundado hacia 1425, poco después del descubrimiento de la isla por los colonos portugueses procedentes del Miño, las Beiras y el Algarve.
Debido a la fertilidad de su suelo, Ponta do Sol siempre ha tenido un fuerte componente agrícola y, en el momento de la colonización, fue uno de los centros de producción agrícola más activos de Madeira, especialmente en lo que respecta a la caña de azúcar. No ajeno a ello, el 2 de diciembre de 1501, por decreto del rey Manuel I, esta pequeña colonia es elevada a la categoría de villa y se le concede concejo municipal.
Desde el inicio de su poblamiento, la caña de azúcar ha sido la principal fuente económica del condado, siendo utilizada como moneda de cambio con el reino para otros productos necesarios para la vida cotidiana, como herramientas, textiles, sal, aceite y otros.
En 1835 se añadieron al condado las parroquias de Tabua, Ribeira Brava y Serra de Água, hecho que en 1914, tras la instauración de la República, fue revertido con la creación del municipio de Ribeira Brava, disminuyendo finalmente la extensión. de Ponta do Sol. Convirtiéndose así en el municipio más pequeño de la Región Autónoma de Madeira, hecho que aún hoy se mantiene.
Hay muchas iglesias en la zona, entre las que destaca la Igreja Matriz de São Bento, que cuenta con un hermoso reloj en la torre exterior.
También es posible encontrar numerosos paseos por levadas en esta parroquia, de los cuales se destaca la Levada Nova – Rota do Açúcar, que aprovecha el camino que se utilizaba en los inicios del cultivo de la caña de azúcar.